Carta al Amor

Hola.

No sé ni cómo, ni por qué, ni para qué has aparecido y hecho de las tuyas en mi vida para luego partir a otros caminos. He intentado entender tu caminar, tus ritmos, tus olores, tus colores y tus sabores, pero cada vez que siento que te conozco te transformas en algo nuevo que me deja en un desconcierto total.

Aún recuerdo cuando te conocí en los brazos de mi madre, eras cálido, amplio y maravilloso, pero por cosas de la vida te fuiste y por un tiempo no supe a dónde. Años después regresaste a mí cargado de muchas aventuras, que si me hubieses contando antes, creo que no hubiera decidido empezar. Sin embargo, quiero agradecerte porque me volviste fuerte y me preparaste para lo que iba a vivir años despúes.

Has sido un viajero en la vida donde te has encargado de acercarme a todas aquellas personas que para tu criterio estaban bien para mí, pero que con el tiempo nos dimos cuenta que no eran buenas ni para ellas mismas. Aún me abrazaste y no me dejaste ir. Fue tal tu conexión conmigo que decidiste ponerme aprueba aquel 21 de agosto de 2017 cuando explotaste de emoción en aquellos ojos claros y esa sonrisa inocente bella y angelical.

Sabes que casi no salgo de esa prueba, sabes que sentí que te perdía en ese proceso. Llegué a pensar que no era digno de tenerte cerca. Hoy ya luego de haber hecho el duelo de esa pérdida y mirar a esa persona con paz, perdón y bondad empecé a encontrar tu hogar.

Me costó muchos años entender que tu morada era yo y que fui yo el que estuvo fuera. Ahora que estamos juntos quiero que sepas que te agradezco este camino de aprendizaje y que ahora que sé que tú y yo somos uno estamos listos para conquistar el mundo y darle la bienvenida a esa persona que nos acompañará y nos llenará de luz, como ya lo ha hecho.

Gracias, gracias, gracias por todo Amor, eres el más bello de los sentimientos.