Creer en el amor no es tarea fácil y más cuando por meses permitiste y aceptaste padecer aquello que no era amor.
Sin embargo, un dÃa de profunda depresión me acerqué a Dios para abandonarme en sus brazos y decirle que no podÃa más, que necesitaba una luz en el camino y que me diera la mano en este tema.
Y Dios como siempre me respondió y atendió mi llamado. Fue en ese momento donde apareciste tú. Llegaste como un faro que iluminó mi oscuridad. Tu sonrisa llenó de alegrÃa mi tristeza y tus abrazos fortalecieron mi alma.
Hoy ya cumplimos nuestro primer mes y agradezco cada minuto a tu lado, cada caricia, cada palabra. Contigo comprendà verdaderamente lo que es ser feliz con alguien y sobretodo que una relación es un gana gana.
Gracias por enseñarme a ser feliz. Gracias por estar ahà y gracias por permitirme soñar con los pies en la tierra.