Los demonios en la mente
- Luis Carlos Velasco Morales
- 29 abr 2019
- 2 Min. de lectura

Mi mejor amigo es un payaso que me aconseja. Tiene ojos de rana y vive dentro de mi oreja él habla mucho y a veces se molesta y cuando le pregunto cosas casi nunca me contesta.
Las personas que vivimos con depresión y hacemos el mayor esfuerzo para ganarle la batalla diaria a este mal silencioso, sabemos que hay días que son tranquilos, pero también hay otros que de verdad las fuerzas se acaban.
El lunes 29 de abril me desperté a las 3:35 de la mañana. Estaba asustado y con lágrimas en los ojos. Te vi en mis sueños. Estabas ahí en el lado de la cama que tanto tiempo ocupaste y que hoy respeto como si estuvieras aquí. Sentir la ausencia de tu presencia hizo que mi día fuera oscuro y con una extraña calor en mi cabeza.
Pero como siempre en medio de la oscuridad aparece la luz y esta vez en presencia de una persona que ha estado ahí apoyándome y creyéndome en mí. Para esta historia le vamos a llamar El Bueno. Hoy le escribí para algo pero luego se me olvidó así que me preguntó que si todo estaba bien y pues no pude mentir así que me dijo esto:

Agradecí sus palabras porque es cierto, a veces asumimos culpas que no son nuestras y cada palabra suya entraba como aire fresco en medio de una ola de calor. Luego me dijo esto:

A estas alturas me di cuenta cómo la mente nos saca esos demonios haciéndonos pasar malos momentos, creando historias que no tienen fin, intentando activar esa parte mala que todos como seres humanos tenemos.
Por eso el consejo es ocupar nuestra mente en lo que sea, pero a los demonios que ocupan nuestra cabeza hay que cazarlos y acabarlos o si no ellos van a acabar con nosotros. La terapia es reconocerlos y enfrentarlos.
Nota: Gracias El Bueno, eres un ser excepcional y maravilloso.
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