LOS PARES DE ZAPATOS
- Luis Carlos Velasco Morales
- 21 abr 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 28 abr 2019

Que se queden solos los buenos momentos todo lo que hicimos en complicidad que no puedas evitar una sonrisa al recordar aunque cada cual hoy tenga otra persona y mañana estemos en otro lugar
Esta historia comienza el 21 de agosto de 2017 y murió el 13 de marzo de 2019… Pero empecemos por el final.
Unos días antes de un magno evento que teníamos en común, decidí llevar al Amor a comprarle un par de zapatos ya que los que tenía estaban en mal estado. Ese día el Amor estaba enojado porque por mi trabajo no había podido sacar mucho tiempo, y debo reconocer que me entregué tanto al empleo que olvidé muchos aspectos de mi vida.
Al lugar que entramos para la compra de zapatos habían promociones, así que no fue un par sino dos pares. Luego salimos a cenar y comprar un perfume de imitación, ya que cuando estábamos viviendo con el Amor le rompí, sin querer, una de esas réplicas.
Durante el fin de semana creí que todo estaba bien, estuve pendiente de sus almuerzos, de llevarle bebida pese a que andaba corriendo con mis responsabilidades. No saben el orgullo que sentía al ver al Amor en sus labores, mi corazón quería gritarle a todo el mundo que ese era el amor de mi vida. Sin embargo, todo se terminó 3 días después de este evento.
No olvidaré aquellas palabras: me da pena terminar así luego que me compraste zapatos...
Fueron casi 17 meses que se quedaron en aprendizajes, en bonitos momentos, en noches de placer, en risas, charlas, pero también en peleas tontas, en tiempo desperdiciado, en infidelidades, en dolor, en reclamos, pero sobretodo en agradecimiento. Por el Amor me jugué la vida entera, quise que las cosas fueran diferentes, pero los miedos y las inseguridades ganaron sobre las decisiones.
Hoy que ya sé que el Amor está con otra persona (a solo un mes de terminar) le digo: lamento los momentos malos que pasamos, lamento haber priorizado amigos que ya no están, lamento el tiempo que perdimos peleando por insignificancias, lamento las promesas rotas y lamento no haber podido dar más. Hice mi mejor intento y creé una mejor versión de mí. Ya sé y así como dijiste no podemos regresar el tiempo te digo que el tiempo se encargará de curar y sanar las heridas que esto deja.
Te doy gracias Amor por haber sido mi maestro en la vida, por enseñarme que no se puede dar sin recibir, entendí, gracias a ti, que no se puede amar sin amarse primero. Gracias a eso soy más fuerte. De verdad espero que no puedas evitar una sonrisa al recordar, como dice la canción.
Deseo paz, amor y felicidad para ti y sí el lunes 21 de agosto de 2017 todo comenzó con un almuerzo y el 13 de marzo de 2019 terminó con dos pares de zapatos.
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