La voz interior

Palabras de mi ex amor.

Poco a poco fui creciendo Y mis fábulas de amor Se fueron desvaneciendo Como pompas de jabón.

Te encontraré una mañana Dentro de mi habitación Y prepararás la cama para dos...

¿Ustedes se alcanzan a imaginar lo que es tener una voz interior que ante cada dificultad de la vida te dice mátate, mátate, mátate? Pues bien esto es parte de mi historia.

Recuerdo perfectamente la hora y el día en la que por vez primera retumbó en mi cabeza esa voz. Su ruido fue tan alto que en ese momento no sabía si estaba dentro de mí o era de verdad algo que venía de fuera. No supe cómo reaccionar solo obedecí y me dejé llevar por el oscuro mundo de la muerte.

Eran las 5:18 de la tarde del 16 de julio de 1998. Fue mi primer intento de suicidio. Tenía 15 años. Fui abusado sexualmente desde los 6 años y a los 15 sentía que tenía 70 años mal vividos y por lo tanto ya no quería continuar. En mi cabeza solo existía la voz que me decía mátate, mátate y las imágenes de los abusos rodaban como una película de terror japonés sin fin.

Tomé casi 100 pastillas, por unos instantes sentí como un telón blanco bajaba en mi mente y ni la voz ni las imágenes siguieron. Realmente creí en ese momento que la muerte era perfecta, que era una dama blanca que daba paz. Sin embargo, no pasó nada ya que tomé vitaminas sin saber qué eran.

Después de esto he tenido varios intentos fallidos, he tenido miles de motivos y algo siempre pasa. He vivido con esa voz desde entonces y ante cada dificultad aparece y es insistente. La última vez que sonó fue este fin de semana, el dolor que me ocasionó saber que mi ex amor ya está con otra persona la reactivó, pero la controlé porque insistí en hacer preguntas al ExAmor y comprendí que ese ciclo ya cerró. No vale la pena seguir intentando restaurar aquello que un día fue. Finalmente le deseo lo mejor con el Venezolano. Para mí eso ya es caso cerrado.

Ahora como persona potencialmente suicida quiero decirles que es necesario que cuando identifiquen estos patrones de tristeza profunda, cambios de humor, alejamiento de las personas, lo mejor es que prepare su hombro y su oído para escuchar, no se alcanzan a imaginar lo bien que se siente cuando se ve a alguien dispuesto ayudarte.

Por favor, de entrada no les diga que ore o que Dios lo ama porque de verdad esa voz te enseña que Dios no está contigo y es algo que te crees.

La vida es bella y maravillosa, solo hay que estar enfocado y como dice Facundo Cabral: No estás triste, estás distraído. Así que cuando quieras hablar de lo que sea por aquí se te escucha, o avísame y nos tomamos un café. Pero no estás solo. Ah y la voz la puedes callar o puedes jugar con ella. La decisión está en ti.